El lacado de puertas y la restauración de muebles antiguos son procesos que requieren habilidad, experiencia y atención al detalle. En el caso de los muebles antiguos, especialmente aquellos con un alto valor histórico o sentimental, el proceso de lacado y restauración se vuelve algo primordial ya que su lacado no solo implica darle un nuevo aspecto estético, sino también preservar su integridad y autenticidad.
El proceso de lacado proporciona a los muebles una capa protectora que los resguarda de una serie de daños potenciales, tales como golpes, rasguños, manchas de líquidos, marcas de objetos y el desgaste del color a lo largo del tiempo. Aunque este acabado ofrece una mayor resistencia, es importante reconocer que ningún mueble está completamente exento de sufrir algún tipo de daño con el paso del tiempo y el uso constante.
Como resultado de esta situación, es esencial conocer las técnicas adecuadas para limpiar y mantener estos muebles, garantizando así que conserven su aspecto original y duradero.
Cuidado de tus superficies lacadas:
Desde los muebles lacados brillantes y pulidos hasta los acabados mate más sutiles, cada superficie requiere un enfoque específico.
En este sentido, es fundamental comprender las diferencias entre estos acabados y cómo cuidar adecuadamente cada tipo de superficie lacada para garantizar su belleza y durabilidad a lo largo del tiempo.
Suciedad y polvo:
Si te encuentras con un mueble que solo tiene una leve capa de polvo acumulado, desde Lacados Cartaya te sugerimos emplear un paño ligeramente humedecido con agua tibia para limpiarlo.
Una vez eliminado hayas eliminado el polvo en su totalidad, procede a secar la superficie con papel de cocina, es ideal por su delicadeza a la hora de tratar con estos materiales y su buena absorción. Si deseas conservar el brillo característico del mueble, puedes utilizar una gamuza seca después de este proceso de limpieza.
Eliminación de manchas:
Puede aparecer manchas de agua, esto ocurre cuando dejas un líquido durante mucho tiempo en la superficie lacada. Una de las soluciones más efectivas para eliminarlas es aplicar una pequeña cantidad de pasta de dientes o bicarbonato de sodio sobre la mancha y frotar suavemente con un paño suave y húmedo.
Las manchas de grasa pueden ser más difíciles de eliminar. Comienza absorbiendo el exceso de grasa con papel absorbente. Luego, aplica un detergente suave diluido en agua tibia sobre la mancha y frota suavemente con un paño suave.
Si se producen manchas de comida o bebida, limpia la zona afectada inmediatamente con un paño suave y húmedo. Evita el uso de productos abrasivos que puedan dañar el acabado lacado.
Problemas asociados con abolladuras y golpes:
Si has sufrido una abolladura superficial que no ha roto el acabado, puedes aplicar calor suavemente sobre la zona afectada utilizando un secador de pelo. El calor puede ayudar a que el material se expanda y recupere su forma original. Cuando se enfríe aplica un paño húmero para fijar la forma.
Si por el contrario se ha abierto una grieta en el acabado, puedes intentar rellenar el área con masilla para madera o compuesto para reparaciones de muebles. Aplica cuidadosamente el relleno en el área dañada y alísalo con una espátula.
Exposición continua a humedad:
Si los muebles lacados han sido afectados por la humedad y han sufrido hinchazón, deformación o desprendimiento del acabado, es importante abordar estos problemas de inmediato.
En casos de hinchazón o deformación, puedes intentar aplicar calor suavemente con un secador de pelo, esto ayudará a que la madera vuelva a su lugar en un corto periodo de tiempo.
Ahora bien, si el acabado se ha desprendido, para repararlo deberás utilizar técnicas específicas de reparación de muebles que encontrarás en nuestra página web. Aunque lo ideal, para conseguir los resultados esperados es buscar la ayuda de un profesional.
Mantenimiento de tus acabados:
Realiza una limpieza regular utilizando un paño suave y ligeramente húmedo para eliminar el polvo y la suciedad acumulada en la superficie del mueble. Evita el uso de productos de limpieza abrasivos que puedan dañar el acabado lacado.
Otro de los consejos más importantes que te podemos dar es que te asegures de secar completamente la superficie con un paño limpio y seco para evitar la acumulación de humedad.
Coloca los muebles lacados en áreas donde no estén expuestos directamente a la luz solar intensa y prolongada.
Si en algún momento te surge alguna pregunta o inquietud sobre el cuidado, mantenimiento o restauración de tus muebles lacados, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo especializado en lacados.
¡Contacta con Lacados Cartaya! Y recibe asesoramiento personalizado.
